En la actualidad, un porcentaje muy elevado de nuevas empresas creadas, fracasan, ¿cómo reducir este porcentaje? En una conferencia dada el 5 de marzo, Juan Pablo Vázquez Sampere, dio unas claves para triunfar en el mundo empresarial a la hora de crear tu propia empresa.

            En primer lugar, conviene identificar los tipos de empresa que se pueden crear, los cuales son función  de los tipos de clientes que existen.

            –  Se puede crear una empresa que atienda a las necesidades de clientes infraservidos. Estos clientes son demandantes de un producto en particular, del cual piden mejoras continuas. Hablamos aquí de buenos clientes, que piden productos de calidad. Los suministradores de estos clientes son empresas consolidadas, las cuales se dedican a investigar para intentar hacer mejoras sobre el producto ya existente, es decir, son empresas sostenidas sobre un negocio actual.

            –  Por otro lado, están los clientes sobreservidos. A estos clientes, se les está vendiendo un producto de alta calidad a un mayor coste, pero no es lo que necesitan. Aquí tendría cabida una empresa novedosa que vendiera con menor calidad y, por supuesto, a bajo precio, es decir, que siguiera una estrategia de bajo coste.

            –  Por último, están los clientes a los que no se ha podido acceder con anterioridad, los clientes no consumidores. Esto puede ser debido a distintos aspectos: su poder adquisitivo, difícil acceso, a sus conocimientos o habilidades, o a su tiempo disponible.

            Comenzando por el primero de los casos, si intentamos construir una nueva empresa para satisfacer la demanda de los clientes infraservidos, tendremos unas posibilidades de triunfo bastante limitadas. Las empresas grandes que ya existen y están cubriendo las necesidades de estos clientes, no dejarán que “se los robes”. En estos casos, la competencia contra las grandes compañías, hace que las probabilidades de fracaso sean superiores al 90%.

             Otra opción, es optar por satisfacer las necesidades de clientes sobreservidos mediante una estrategia de bajo coste. Esta alternativa, tiene más posibilidades de éxito que la anterior. No obstante, tiene un problema y es que, la estrategia de bajo coste sólo triunfa si existe alguien de alto coste. Esto es así, ya que si la empresa de alto coste que vendía a precios superiores al tuyo desaparece, se producirá una caída de los precios, con lo que las probabilidades de quiebra en este caso serían muy altas.

             La última y mejor opción, según J.P. Vázquez, es crear una empresa que satisfaga las necesidades de los clientes no consumidores. Esta estrategia te posiciona como nuevo líder en la industria. En este caso, se entraría en un mercado en el que ya existen empresas consolidadas, pero se haría de una forma innovadora. Un ejemplo podría ser la creación de videojuegos para personas mayores. De este modo se utiliza algo ya bastante conocido por todos, como son los videojuegos, pero se destina a unos clientes que no eran consumidores con anterioridad. Las probabilidades de fracaso en este caso, se ven reducidas hasta el 60%. Una vez que has creado la empresa de modo que satisfaces a este nuevo consumidor y has triunfado en el mercado, entonces puedes empezar a investigar distintas formas de mejorar tu producto y hacer que tu empresa vaya creciendo.

             Existe una última alternativa que consiste en crear un producto totalmente innovador. Las probabilidades de éxito en este caso son mayores, en torno al 70%. Sin embargo, la aceptación por parte de los clientes suele ser más lenta y, en cuanto triunfas en el mercado, te aparecen nuevos competidores.

             En definitiva, de la conferencia podemos extraer dos conclusiones principales. En primer lugar, que un porcentaje muy alto de empresas que nacen fracasan. En segundo lugar, que si queremos crear una nueva empresa, nuestra mejor opción es dirigirnos a los clientes no consumidores.

             En mi opinión, los porcentajes de éxito a la hora de crear una nueva empresa que se dieron en la charla no son muy esperanzadores, ya que es más probable el fracaso que el triunfo. No obstante, triunfar al segundo o tercer intento, no está tan mal. Por otro lado, me parece bastante útil la visión que se dio sobre los diferentes tipos de clientes y las guías acerca de hacia cuáles de ellos dirigirnos si pretendemos crear nuestra propia empresa. Me parece muy razonable la idea de dirigirse hacia los clientes no consumidores, aunque también me llama la atención la idea de triunfar con un producto totalmente innovador. Aquí radica seguramente la esencia del título de la conferencia “hacerse rico o hacer lo que te gusta”. Hacer lo que te gusta reflejaría el investigar hasta encontrar algo totalmente nuevo (relacionado con la química en este caso); opción que costaría mucho trabajo y esfuerzo, y que no siempre se consigue. Por otro lado, hacerse rico representa la opción de explotar un mercado con un producto existente y llevar a cabo la transformación de ese producto, bien para orientarlo hacia clientes no consumidores, bien para abaratar costes y triunfar mediante una estrategia de precios bajos. En la charla se nos orientó sobre cómo “hacernos ricos”. Yo no creo que ambas opciones estén tan enfrentadas como reza el título de la conferencia.